Mi aventura en la capital lusa comenzó en pleno mes de abril de 2022. A pesar de ser primavera, el clima era fresco y agradable, perfecto para pasear por sus calles empedradas y empaparme de su historia y cultura. Desde el primer momento, Lisboa me cautivó con sus contrastes: barrios antiguos y tradicionales que conviven con zonas modernas y cosmopolitas, todo coronado por un ambiente cálido y acogedor que invita a quedarse.
Llegada y primeras impresiones
Llegar a Lisboa fue muy sencillo. El Aeropuerto Humberto Delgado se encuentra cerca del centro, y en pocos minutos ya estaba lista para comenzar mi recorrido. Opté por instalarme en un alojamiento cercano al centro, para tener a mano los principales puntos de interés y poder moverme fácilmente a pie o en transporte público.
Las colinas lisboetas son famosas, y desde el primer paseo descubrí que un calzado cómodo es esencial. Además, me resultó muy práctico llevar una mochila de viaje con compartimentos y puerto USB, que me permitió organizar mis cosas y tener el teléfono siempre cargado durante las largas caminatas.




Recorriendo la ciudad con Free Walking Tours
Una de las mejores formas de conocer Lisboa es caminando, y qué mejor manera de hacerlo que con los Free Walking Tours. Yo realicé varios, cada uno centrado en una zona diferente de la ciudad:
- Alfama, el barrio más antiguo, con calles estrechas y empinadas, casas pintorescas y un ambiente que parece detenido en el tiempo. Fue aquí donde sentí de verdad la esencia de Lisboa y descubrí rincones únicos mientras escuchaba historias sobre la influencia árabe y los tiempos de los descubrimientos portugueses.
- Baixa y Chiado, la zona más comercial y bulliciosa, repleta de cafeterías, tiendas y plazas amplias. Caminando por Rua Augusta llegué a la imponente Plaza del Comercio, con vistas al río Tajo.
- Barrio Alto, famoso por su vida nocturna, bares y restaurantes donde el fado se mezcla con música más moderna.
Estos Free Walking Tours fueron muy enriquecedores. Los guías, en su mayoría locales o residentes con gran pasión por la ciudad, compartían datos históricos y anécdotas personales que me ayudaron a entender mejor la identidad lisboeta.
Disfrutando la gastronomía local
Hablar de Lisboa es hablar de buena comida. Como amante de la gastronomía, no podía perderme los platos tradicionales:
- El bacalao preparado de mil maneras distintas, aunque mi favorito fue el “Bacalhau à Brás”, con patatas fritas finas y huevo revuelto.
- Los famosos pasteles de nata, muy cremosos y con ese hojaldre crujiente que los hace irresistibles. Confieso que no pude comer solo uno, y es que cada pastel mantenía un delicioso equilibrio entre dulzura y textura.
Para quienes, como yo, disfrutan de probar y luego cocinar en casa, recomiendo adquirir una guía de cocina portuguesa. Con ella, podrás recrear esos sabores y revivir tu viaje después de volver a casa.

Consejos y productos útiles
En una ciudad con tantas cuestas y rincones por descubrir, un buen par de zapatillas de senderismo o calzado deportivo es tu mejor aliado. También es recomendable llevar una batería portátil (power bank) para no quedarte sin batería en el móvil mientras tomas fotos o usas mapas en línea.
Si no viajas desde un país de la Unión Europea, te vendrá bien un adaptador de enchufe universal, aunque en la mayoría de los casos, en Lisboa se utilizan los mismos enchufes estándar europeos (tipo C y F).
Excursiones cercanas
Aunque mi viaje se centró en la ciudad, vale la pena reservar uno o dos días para explorar los alrededores. Por ejemplo, Sintra, con su palacio de colores; Cascais, una encantadora localidad costera; u Óbidos, un pintoresco pueblo amurallado. Para estas escapadas, una maleta de mano extensible puede ser de gran ayuda para llevar todo lo necesario sin exceder las restricciones de equipaje.



Reflexiones finales
Mi visita a Lisboa en abril de 2022 fue una experiencia inolvidable. El clima fresco y agradable, las calles llenas de historia, la música de fado resonando en los callejones y la deliciosa comida portuguesa crearon el escenario perfecto para unos días de aventura y descubrimiento. El ambiente acogedor de sus habitantes y la variedad de rincones que ofrece la ciudad son motivos más que suficientes para recomendar Lisboa a cualquier viajero.
Si estás pensando en tu próximo destino, no dudes en añadir Lisboa a tu lista. Entre sus colinas, miradores y gastronomía, te aseguro que te enamorarás de la capital lusa, igual que me pasó a mí.
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